Había una vez una hermosa joven que vivía en Kioto. Ella se sabía talentosa y atractiva pero vivía aburrida e inquieta.

Hasta un buen día en que decidió lanzarse a modelar desnuda para cambiar su vida y entonces encontró lo que la llenaba. De hecho lo disfruta tanto que una vez superada su timidez inicial no pudo contenerse y se dejó llevar por completo cuando una de sus coprotagonistas le enseñó a relajarse y dejar que la naturaleza siga su camino.

Alguna vez Chiaki se planteó seriamente convertirse en geisha y estaba dispuesta a comenzar el duro entrenamiento para esta ocupación tradicional. En aquellos tiempos podría haberle sentado bien pero Chiaki ha crecido rápido. Ella ve a su carrera actual como una forma de complacer más cercana al siglo XXI y que es una aventura también para ella. Vaya camino has recorrido desde Kioto, Chiaki.