¿Te acuerdas de ese momento al comienzo de una relación cuando todo es nuevo y estáis empezando a conoceros uno al otro? Os estáis dando cuenta como queréis compartir vuestro tiempo juntos. Lo que pasa muy a menudo en este punto es que una persona quiere más que la otra. El deseo es fuerte y no estas seguro de si la otra persona puede aguantarlo, o si él o ella saldrá corriendo.
Estoy segura de que todos experimentamos este período tierno, cuando los deseo son fuertes y la paciencia necesaria. Podemos elegir manipular a la otra persona para hacerla desearnos. Algunas veces puede funcionar, pero nunca será amor puro o completo para nosotros.
Somos como una flor de luna que se abre solo bajo la luz de la luna llena. Cuando la luz toca la flor ella confía que es el momento correcto para abrirse y florecer en una manera muy tierna y especial. Está esperando este momento y es imposible manipularla para que abra más rápido.
Cuando dos personas se encuentran son como dos flores especiales, cada una tiene su propio tiempo en el cual es posible abrirse y florecer. Algunas veces toma un tiempo jodidamente largo y el otro comienza a volverse loco o piensa que nunca va a suceder.
Quiero hablar del anhelo que puedes experimentar. Acabo de descubrir este sentimiento. Mientras no sepas exactamente qué esperar de la persona que te gusta, el deseo de manipulación sigue ahí.
Pero cuando pasas la tentación de manipular a la persona y sus sentimientos y confías en que todo es perfecto como es, entonces entras en el lugar del "anhelo del corazón". Se trata simplemente de esperar a que esta hermosa flor se abra a mi, y de no tratar de abrirla.
Puede ser un sentimiento muy difícil cuando quiero a alguien y él no está seguro de si está listo para abrirse también. Cuando digo "abrir" me refiero al espacio íntimo vulnerable y sensible donde me gustaría conocerlo. No entiendo por qué me ha pasado tantas veces, hasta que entendí que dios me bendijo con la capacidad de sentir fuerte deseo por los hombres, de amar y de vivir la intimidad.
Este estado de anhelo del corazón es como un momento de inspiración para mi. Puedo usar la claridad de mi mente en una manera creativa, lo cual me da una infinidad de posibilidades. El alma sabe exactamente lo que el cuerpo necesita porque este es un momento de perfecta conexión entre todos los aspectos de tu ser. Este sentimiento puede durar solo un par de minutos, pero el tiempo no importa en esta situación. T tampoco importa si nos dan lo que queremos, lo que es importante es transmitir el deseo al anhelo del corazón, al amor universal que no tiene condiciones.
Lo que quiero decir es que no deberíamos poner expectativas en el sujeto de nuestro deseo, porque no queremos matar la flor que nos ha inspirado. Pero definitivamente necesitamos tener muchos sujetos de deseo para hacernos avanzar.
¡Al menos yo los tengo! ¡Gracias mis dulces hombres!
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