Todos conocemos a esa gente que siempre llega tarde. Tal vez tú eres esa persona. Normalmente escuchas las mismas excusas por llegar tarde. Por ejemplo, "las cosas se complicaron" o "se me atravesó algo y no logré llegar" o "mi día se me pasó super rápido porque tenía tantas cosas que hacer". ¿Tal vez has oído este tipo de excusas antes (o las has usado tú mismo)?
Estas personas aún no han descubierto la verdad. Realmente creen que lo que dicen es cierto; que algo no les permite llegar a tiempo, en lugar de que sea una elección personal. La verdad es que nosotros dirigimos nuestra vida y todo lo que pasa es por las decisiones que tomamos. Muchas veces se trata de qué tan amigos somos con nuestro subconsciente.
Un ejemplo sencillo: si sé que mi día va a estar lleno y ocupado, correré de una cosa a otra; reuniones, trabajo, pendientes, etc. Siempre elegimos la manera de pasar el día. Si miras atrás te odiarás por haber planeado tu día así. Pero ahora te sientes obligado a hacer todas las cosas que has planeado. Antes de darte cuenta ya estás retrasado y rápidamente te atrasas en tu plan. Y entonces cuando llegas tarde a encontrarte con gente te sorprende que se sientan enfadados y frustrados.
Es una cadena de como somos fuertes y el universo nos pone a prueba para ver si realmente podemos mantener el timón, o si dejamos que las circunstancias guíen nuestras vidas. Este es un ejemplo de como somos capaces de influir en todo.
El primer paso es pensar positivo y con esto ya habrás conseguido la mitad del éxito. Cree por un momento que tendrás un bonito día y que sentirás dicha al igual que la gente que te rodea. La segunda parte es ponerte en acción. Hay algunas personas que son naïve y creen que Dios tocará a su puerta y les traerá el éxito.Y pueden sentarse y esperar toda su vida sin trabajar para ello.
¡No, no, no! La acción es esencial.
Pero, ¿qué podemos hacer? Bien, necesitamos aprender a ser creativos y claros sobre nuestras prioridades. Es bastante simple. Dos opciones: puedo pretender que el día tiene 30 horas y llenar 20 horas de cosas que "tengo que hacer". Y puedo hacer esto cada mes y durante años y después culpar a las "circunstancias" por mi situación de salud. O puedo sorprenderme al ver que una vez que he roto este ciclo, y finalmente tengo tiempo para relajarme y regenerarme en casa, es demasiado tarde y estoy enfermo y solo.
La segunda opción es decir, "a la mierda" y elegir cosas que pudieran parecer importantes pero no lo son. Una vez que dejo de pelear me convierto en el vencedor de mi tiempo. Pelear con el tiempo es algo muy especial. ¡A la gente le encanta! Cómo podemos pelear con algo tan abstracto - es como pelear con el aire. Puedes golpear el aire pero a final tu mano terminará golpeándose sola.
Este es solo un ejemplo de la ilusión en la que vivimos. Pensamos que no tenemos tiempo o que tenemos que pelear con él. Si te interesa este tema y te sientes como si esta burbuja también cubre tu vida, quizás encontrarás la película "Click" aún más convicente.
¡Espero lograr inspirarte! Ten un día maravilloso, cariño.
Bara con amor
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